Hoy te extrañé.

Tuve necesidad legítima de ti.
De tu voz, cuando la mía se quebró.
De tu aliento, cuando perdí el mío.
Y de tus brazos, ahora que en cama, espero el efecto del somnifero.
Hoy necesité de ti.
Del calor de tu cuerpo,
De tu mano sosteniendo la mía
De tu respiración…
Hoy, mientras todo sucedía, pensaba que al regresar a casa, estarías ahí.
Ha de ser la carga de pasar por esos claustros tan llenos de ti y de mi.
De nuestros juegueteos, discusiones y besos.
De mi nombre en tu piel…
De las primeras caricias que me hicieron sentir mujer…
Hoy te extrañé, subí esas escalera y recordé como se apoyaba tu mano sobre mi cintura. Y miraba el cielo, teñido de gris como tus ojos infinitos.
Mi hermoso corazón.
Estoy llegando a límites inesperados…. y te quiero ver al final
Con los brazos abiertos, envolver mi alma y partir…

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